No es la primera vez que se concibe a la milenaria
disciplina del ajedrez, que se conoció en un principio en la exótica y lejana India, como una aportación de extraterrestres.
Las infinitas variantes que pueden surgir del tablero de 64 casillas, en las que 32 piezas se desplazan por diagonales, filas y columnas, aunado a lo fascinante del juego, ha hecho pensar a lo largo de los siglos que no es una simple invención del hombre.
De hecho, en famoso poema de Jorge Luis Borges, el vate argentino se pregunta en uno de los párrafos, en clara referencia al origen divino del juego ciencia: “¿qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueños y agonías?”.
Incluso el líder mundial de los guerreros del tablero, el polémico Kirsán Iliumjinov, presidente de la república rusa de Kalmikia y de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), ha declarado públicamente más de una vez que ha sido abducido por extraterrestres.
Bueno, ya estuvo bien de elucubraciones. El tema viene a cuento porque en el oriente de Yucatán se acaba de hacer público un colorido dibujo que muestra a una nave espacial descargando monumentales piezas con las figuras de los seis trebejos que se mueven sobre el tablero bicolor: rey, dama, torre, caballo, alfil y peón.

Pero calma. Como diría el Chavo del Ocho: “Que no panda el cúnico”. La ilustración no es un hallazgo científico de trascendental magnitud.
Sucede que en el municipio de Chemax, Yucatán, la escuela secundaria “Luis Humberto Monsreal Oxté” organizó un concurso de dibujo con el juego ciencia como tema obligatorio.
En el marco del Día Internacional del Libro, más de 50 trabajos se presentaron el pasado lunes en el peculiar y concurrido evento. Otra muestra palpable y fehaciente de la popularidad que ha adquirido la milenaria disciplina en Yucatán, donde la descentralización del ajedrez es un factor que mucho contribuye a su avance.
Personajes de ánime enfrentados tablero de por medio, combates entre el bien y el mal y montañosos paisajes de cuadritos fueron los temas que obtuvieron los primeros lugares.
Pero aunque no quedó entre los galardonados, una de las ilustraciones que más llamó la atención fue la onírica concepción de la creación del ajedrez. Como en la palestra cuadriculada donde se odian dos colores, en el cuadro predominan por igual los tonos claro y oscuro.
En la mitad superior, que ilustra la noche, se perciben naves interplanetarias, la más cercana de las cuales deposita, en halos de energía, las gigantescas piezas sobre un colorido y montañoso paisaje. Una obra que mereció por lo menos una mención honorífica.
El sitio de honor correspondió a José Guadalupe Kumul Mac, del 2º. C, quien presentó a personajes de ánime como protagonistas de una batalla cerebral. En el segundo quedó un dibujo elaborado por Juana Laura Chi Balam y José Emanuel Ay Maas, del 2º. C (una localidad con una montaña de cuadritos y piezas de ajedrez que desprendían ramas llenas de vida).
María José Medina Chimal, del 2º. E, recreó sobre la hoja su versión de la eterna pugna entre las fuerzas del bien y del mal, lo que le dio el tercer puesto.

Fuente: Yucatán Ahora